2011/03/14



...CHRISTOPHE AGOU... "SLOW PHOTOGRAPHY"...

Tsunamis, terremotos, violencia, guerras, destrucción, evacuaciones, pobreza, desnutrición, dolor, sangre. Desayunamos, comemos y cenamos con imágenes de este tipo. Periódicos, internet, revistas. Parece que es lo que hoy en día llama la atención y remueve la conciencia. Imágenes listas para consumir por el cerebro del espectador. Lo que en gastronomía sería "Fast food", come y sigue con lo tuyo. En fotografía, tres cuartos de lo mismo, ingiere imágenes y sigue con lo tuyo. La violencia no hace pensar, entra directa al cerebro. La destrucción, lo mismo. Pero las fotografías que mejor saben, las que llegan al corazón, son las que hay que degustar, no deglutir. Así lo entiende Christophe Agou. Solo hay que hacer una pequeña visita por su página web para disfrutar. Eso sí, imágenes de cuchillo y tenedor. Imágenes para degustar con tranquilidad. Un lugar en el que es obligatorio sentarse tranquilamente, sin prisa, coger la carta de imágenes e ir ingiriendo cada una de sus series. Unos entrantes de juego de luces que iluminan el día a día de algunos urbanitas aderezado con una serie de imágenes del "post 11-S". Un primer plato de lo que el mundo del suburbano nos puede deparar un día de labor cualquiera. Como plato fuerte tenemos unas imágenes que nos muestran las duras condiciones de vida de granjeros y ganaderos franceses. Y para rematar, un postre chino, en el que se nos muestra el día a día en el populoso país asiático. Todo ello aderezado con buen gusto y saber hacer. Slow Food. Slow photography. Pasen y degusten: Christophe Agou.



(Christphe Agou. Serie "Face au silence").












 









"En el invierno de 2002, comenzé a documentar la vida y las emociones de los agricultores que viven en la región de Forez, uno de los secretos mejor guardados de Francia. Siempre he tenido un profundo afecto por esta tierra en la que nací y viví hasta los 16 años - una región donde la agricultura y la ganadería han forjado la identidad cultural de los pueblos y se alimenta la imaginación de más de un siglo. En los últimos 6 años, viajé a las partes menos conocidas de este vasto dominio en el que me sentí inspirado por el silencio que he encontrado y trasladado por los hechos y el carisma de la gente que me encontré. Cuanto más veía, más me quería meter de lleno en sus vida y revelar los sentimientos ocultos de su naturaleza. Con el tiempo y a través de un proceso gradual de crear confianza, aceptaron mi ojo curioso y me permitieron fotografiar su diaria existencia. Mi esperanza es presentar una visión personal y poética de la vida llena de gran fuerza, la sabiduría, la nostalgia y el amor. Quiero ir más allá de documentar la autenticidad de su existencia y la vida de mucha mano de obra, para presentar un retrato más profundo y más íntimo. Me encanta esta gente por lo que son y no por lo que dicen. Este proyecto es para mí una meditación sobre la vida y la muerte, el silencio y la soledad que parecen cada vez más presente en nuestras vidas." (Christophe Agou)


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