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2011/06/15
2011/06/04
... 22 AÑOS DE "TIANANMEN"...
Por cuestiones logísticas, la entrada podrá leerse en:
http://blogs.deia.com/momentodecisivo/2011/06/04/22-anos-de-tiananmen/
Disculpad las molestias.
2011/05/22
2011/04/19
...MIROSLAV TICHÝ: ¿HA MUERTO UN GENIO?...
Nacido en Chequia y estudiante de la Academia de Bellas Artes de Praga, Tichý fue recluido durante quince largos años en cárceles y hospitales psiquiátricos como respuesta a su actitud supuestamente disidente después del golpe de estado comunista en la antigua Checoslovaquia, allá por los primeros meses de 1948. Una vez "libre" y ya con su amplia barba y larga melena característica descubrió la fotografía. A partir de ahí y durante treinta largos años se dedicó a fabricar sus propias cámaras fotográficas con desechos que encontraba en la basura y, según dicen, a hacer cien fotografías diarias a las mujeres de su ciudad natal, Kyjov. Tachado de loco y excéntrico por la mayoría de sus vecinos, Tichý revelaba sus propias fotografías en una ampliadora fabricada, al igual que sus cámaras, con restos que encontraba. Imágenes obtenidas en la piscina, en el mercado, en las calles de su pueblo, la mayoría de ellas a escondidas y siempre de mujeres. "Él no da mucha importancia a su trabajo fotográfico. Se considera ante todo pintor. Por eso descuidaba, perdía, rompía su material. A veces lo regalaba", contaba Roman Buxbaum, uno de sus antiguos vecinos y a la postre descubridor de la potencialidad que encerraban las imágenes de este curioso personaje. "Por su aspecto descuidado, todos le consideraron un vagabundo, un demente. Sin embargo, es una persona sensible y culta. El mundo que se fabricó, en el que se encerró, estuvo siempre repleto de libros: de filosofía, historia, poesía…, y de óptica, lo que le servía para construir cámaras”.
Buxbaum, que vivía en Zurich, consiguió llevarse -a pesar de las reticencias iniciales de Tichý- fotografías del autor con el fin de mostrarlas en galerías. Poco a poco las imágenes del checo fueron mostrándose en certámenes fotográficos, galerías y exposiciones de media Europa, a las que nunca acudió Miroslav. Sus fotografías llegaron a ser muy cotizadas, superando en algún caso los 8.000 euros, cifra que probablemente se verá fácilmente superada después de su fallecimiento.
Una historia curiosa la de un ¿fotógrafo? ¿artista? ¿genio? que obtuvo un éxito, quizás desmedido, al parecer sin desearlo, aunque si bien en un reportaje llamado "Tarzán jubilado", indicaba que "si quieres ser famoso haciendo algo tienes que hacerlo peor que cualquier persona en el mundo”.
Por último, aprovecho para hacerme eco de unas palabras de un buen amigo (David AB) en un foro de fotografía, en el que hacía una reflexión sobre Miroslav Tichý: "(...) si yo me dedicara a fotografiar a las chicas de la piscina de mi pueblo (o imágenes televisivas de mujeres desnudas) seguramente acabaría en un psiquiátrico o en un juzgado, acusado de voyeurismo. ¿Qué le convierte a él en genio: las fotos desenfocadas, el blanco y negro, la cámara de latón, la barba, todo el conjunto...?". Interesante pregunta para la que, al menos yo, no tengo respuesta...
Os dejo con algunas de las fotografías del controvertido Miroslav Tichý...
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2011/03/29
...THE BANG BANG CLUB: THE MOVIE...
Parece ser que poco a poco, lo que era un rumor a gritos en los "mentideros" fotográficos, se confirma. Dentro de algo menos de un mes, el 22 de Abril, se estrena en EEUU la película "The Bang Bang Club" dirigida por Steven Silver. Parece que aún no hay fechas para su estreno en Europa. Desconocemos, incluso, si se estrenará en la gran pantalla o irá directamente al DVD, como esas películas de Serie B con las que nos martirizan las sobremesas de los sábados y domingos la mayoría de cadenas de televisión.
Aunque a la mayoría de los mortales las palabras Bang Bang les sonará más a un famoso chicle de los años ochenta, en el ámbito fotográfico hablar del Bang Bang Club es hablar de palabras mayores. Se trataba de un grupo formado por cuatro reporteros gráficos (Joao Silva, Kevin Carter, Greg Marinovich y Ken Oosterbroek) que durante los primeros años de la década de los noventa fotografiaron la sangrienta lucha racial en Sudáfrica, los duros años de lucha contra el Apartheid. Desgraciadamente, los miembros de este grupo quizás hayan estado más en las portadas de los periódicos y en boca de muchos por las desgracias sufridas por la mayoría de sus miembros que por las instantaneas que obtuvieron durante esos duros años. El propio Joao Silva hablaba sobre el grupo en una entrevista realizada en 2009: "Greg fue el autor principal. Simplemente, éramos un grupo de amigos que cubría lo que pasaba en el país en ese momento. Pasábamos el tiempo juntos y vivíamos juntos. Una revista decidió hacer un artículo sobre nosotros. Ellos acuñaron el término Bang Bang Club. El Bang Bang Club nunca ha existido realmente; fue producto de la imaginación de alguien. Pero el nombre permaneció".
No es mi intención destrozarles el desenlace de la película, créanme, pero tal y como sucedía con Titanic, éste por desgracia es bien conocido. En la primavera de 1994, Oosterbroek y Marinovich eran alcanzados en uno de los tiroteos de los enfrentamientos diarios que se daban en el país africano. El primero de ellos fallecía y el segundo, aunque fué herido de gravedad, logró salvar su vida. En Julio de ese mismo año, Kevin Carter (sí, efectivamente, el autor de la famosa fotografía de la niña -o niño- y el buitre - Ver "Sobre Kevin Carter y otros demonios"- ) se suicidaba, entre otros motivos, debido a la muerte de su gran amigo Ken ("He llegado a un punto en que el sufrimiento de la vida anula la alegría... estoy perseguido por recuerdos de muertos, de cadáveres, rabia y dolor. Estoy perseguido por la pérdida de mi amigo Ken...", decía la nota que dejó antes de llenar su coche de monóxido de carbono).
Hace pocos meses conocimos que el cuarto fotógrafo del grupo, Joao Silva, era alcanzado por una mina en Afganistán y perdía ambas piernas (de hecho, merece la pena acceder a su página web para admirar la capacidad de lucha de este grandísimo fotógrafo). En definitiva, un grupo con una calidad fotográfica tan reseñable como su desgracia. Esperemos, de todas formas, que la película se centre más en sus vivencias como grupo y en sus sensaciones fotográficas que en el duro final del mismo...
He aquí un trailer de la película y algunas de las memorables imágenes que el Bang Bang Club nos dejó. Sin duda una clara muestra de los duros momentos que vivieron estos cuatro grandes fotógrafos...
Photo Greg Marinovich
“Había una boletería de ladrillo que me impedía ver al hombre tirado en la calle. Cuando oí a las mujeres ululando en celebración de la victoria, corrí para ver mejor. El hombre al que creía muerto estaba corriendo hacia el campo, envuelto en llamas. Lenguas de fuego rojas, azules y amarillas quemaban su ropa y su piel. Corría de manera torpe y urgente, lo que pretendía era escapar del dolor. Levanté la cámara mientras la antorcha humana detenía su marcha y se derrumbaba. Cuando hacía foco, noté que el sol estaba justo detrás del hombre en llamas. El medidor de luz de la cámara no funcionó, así que abrí totalmente el diafragma. Apreté el obturador y después alejé la cámara de mi rostro por un segundo para enmarcar. Un hombre semidesnudo y descalzo entró en cuadro y descargó un machetazo sobre la cabeza incendiada del hombre, mientras un niño escapaba de esa visión infernal, de ese enemigo que se rehusaba a morir”. (Greg Marinovich) (Fuente "Siéntate y observa")
Greg Marinovich herido en tiroteo (Photo Joao Silva)
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2011/03/27
...YA LLEGÓ LA PRIMAVERA...
Ahora sí. Aunque oficialmente empezó hace pocos días, el cambio de hora parece que nos evidencia que por fin dejamos atrás el invierno. Y mientras por estos lares, al oir la palabra primavera unos se llevan las manos a la cabeza porque una vez más no les va a dar tiempo a culminar la operación bikini y otros se llevan la mano al bolsillo para buscar ese pañuelo salvador tras ese estornudo que nos indica que la alergia vuelve a nosotros tan puntual como el turrón por navidad, por otros lugares más lejanos celebran la llegada de la primavera, con perdón de la expresión, a polvazo limpio. Así, en la India celebran la llegada de la primavera con un Festival de tres días llamado Holi en el que entre los actos más multitudinarios es el del lanzamiento de polvos elaborados con plantas medicinales. Una batalla de colorido que nos ha dejado, un año más, imágenes espectaculares que los fotógrafos de las mejores agencias han plasmado de manera inmejorable. Buenas fotografías para comenzar la primavera. Creo que merece la pena dejar por un minuto los abdominales y los antihistamínicos y disfrutar con las imágenes...
Photo Majid Saeedi/Getty Images
Photo Kevin Frayer/AP
Photo Kevin Frayer/AP
Photo Kevin Frayer/AP
Photo Majid Saeedi/Getty Images
Photo Manish Swarup/AP
2011/02/26
...SÁHARA: THE LAST COLONY...
Estos días los medios de comunicación nos han bombardeado con el treinta aniversario del intento de golpe de estado del 23 de febrero de 1981. Páginas y páginas de diarios, documentos sonoros, entrevistas a quienes lo vivieron in situ, trailers de la película recién estrenada sobre el "momentazo", documentales y demás. E incluso hemos tenido oportunidad de ver una fotografía del brazo ejecutor de aquella "hazaña" mientras tomaba el sol junto a su esposa en un hotel de la isla de La Palma. Información por doquier. Al menos de lo que interesaba informar. De otras cosas nos hemos quedado igual que como estábamos hasta el siguiente aniversario. Aunque quizás haya que esperar a que el aniversario vuelva a ser de un número redondo. El treinta y cinco, por ejemplo. No, mejor al cuarenta aniversario, porque parece ser que el treinta y cinco aniversario de algo no se suele "celebrar" en el ámbito periodístico. O al menos no de lo que no interesa.
Estos días se cumplen treinta y cinco años del abandono del Sáhara Occidental a su suerte. El 26 de febrero de 1976 los últimos soldados españoles abandonaban la zona. Esa misma noche, con el calendario marcando el día 27, el frente Polisario proclamaba la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). El conflicto, a día de hoy, continúa abierto. No nos bombardearán en los periódicos con este aniversario. No se realizarán documentales ni entrevistas. Quizás alguna pequeña referencia puntual. Eso siendo muy optimista. A algunos no les interesa airear algunas de sus vergüenzas. El treinta y cinco aniversario no es un número redondo, dirán algunos. El problema es que en este caso, tampoco lo fué el treinta y, por desgracia, todo apunta a que tampoco lo será el cuarenta.
El irlandés Andrew McConnel realizó una serie de retratos a las gentes que siguen poblando los campamentos y zonas limítrofes. Jóvenes, niños, adultos. Personas con nombres y apellidos que viven con la esperanza de que algún día, por fín, puedan ser libres. El título de la serie, "The Last Colony", hace referencia a que la del Sáhara Occidental ha sido la última colonia española. La misma, ha sido galardonada en los recientes Premios World Press Photo en el apartado de "Retratos".
Imágenes para que la situación del Sáhara Occidental y sus gentes no caigan en el olvido.
Photo Andrew McConnell (Minatu Lanabas Suidat, 25 años - periodista in Tifariti)
Photo Andrew McConnell (Malainin Aomar, 66 años - soldado Frente Polisario)
Photo Andrew McConnell (Djimi Elghalia, 48 años - Vicepresidenta de la Asociación saharaui de la asociación de víctimas del Comité de Derechos Humanos)
Photo Andrew McConnell (Hamdi Jaafar Mohammed, 46 años - soldado del Frente Polisario)
Photo Andrew McConnell (Ihaka Sidahmad Embark, 34 años - músico)
Photo Andrew McConnell (Brahim Mohamed Baih, 62 años - soldado del Frente Polisario)
Photo Andrew McConnell (Brahim Mohamed Fadin, 17 años)
Photo Andrew McConnell (Mariam Zaide, 24 años - desactivadora de minas)
Photo Andrew McConnell (Chrifa Mohammed Salem, 6 años)
Photo Andrew McConnell (Mohamed Lamin Slot, 26 años - conductor de ambulancia)
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2011/02/22
...SOBRE KEVIN CARTER Y OTROS DEMONIOS...
Photo Kevin Carter
Estos últimos días se ha vuelto a hablar en los mentideros fotográficos, una vez más, de la impactante imágen que el fotógrafo Kevin Carter tomó en Sudán del Sur en el año 1993 bautizada ya con el clarificador y poco original título de "la foto de la niña y el buitre". Los comentarios en foros y redes de índole fotográfico se han debido a la publicación en un conocido medio de tirada nacional de unas nuevas pesquisas alrededor de la fotografía. Aunque la mayoría de la gente ya conoce la historia de la fotografía y, principalmente, todas las consecuencias que trajo o pudo traer la misma,antes de nada recordemos todo ello para los profanos en la materia.
Como decíamos, la imagen fue tomada por Kevin Carter en el año 1994 en Sudán y en la misma se muestra a un buitre y a una niña. Según nuestra imaginación, un buitre esperando a que una desnutrida niña fallezca y poder así alimentarse. Dicen que para tomarla el fotógrafo estuvo más de veinte minutos esperando a que la toma fuera más espectacular. Es decir, a que el buitre se acercara un poco más a la desnutrida niña y desplegara sus alas. Una metáfora del abrazo de la muerte. Doble salto con tirabuzón. Pero parece ser que una vez pasado ese tiempo, Carter desistió y se marchó. Hay quien dice que el fotógrafo espantó al buitre y hay quien sostiene que no, que se marchó por donde había venido dejando a la niña a su suerte. A partir de ahí, el acabose. Desde el mismo momento en el que el New York Times publicó la fotografía pocos días después de la toma, las críticas al fotógrafo arreciaron. Se sucedieron toda clase de descalificaciones, calumnias y mentiras, llegando a comparar a Carter con el buitre que, supuestamente, esperaba a que su presa desfalleciera. Como suele pasar en estos casos, las críticas más feroces vinieron desde los paises "desarrollados", desde un despacho a muchos kilómetros de la hambruna, la pobreza y la miseria. Y, probablemente, a otros tantos kilómetros de la inteligencia y el saber. Tres meses después de la muerte en Sudáfrica de uno de sus mejores amigos -Ken Oosterbroek, fotógrafo como él y miembro del conocido grupo Bang-Bang Club junto al propio Carter, Greg Marinovich y Joao Silva (quien acompañaba a este en el viaje a Sudán y muy recientemente ha sido gravemente herido en Irak)-, Kevin Carter recogía el prestigioso Premio Pullitzer. A la vuelta de la ceremonia de entrega de Premios, el 27 de Julio de 1994, su furgoneta se llenaba de dióxido de carbono. «He llegado a un punto en que el sufrimiento de la vida anula la alegría... estoy perseguido por recuerdos de muertos, de cadáveres, rabia y dolor. Estoy perseguido por la pérdida de mi amigo Ken...», decía la nota que se encontró en el vehículo. El morbo estaba montado. Desde entonces, mentiras, falsedades y medias verdades, que a menudo son más dañinas que las primeras.
Pero gracias a entrevistas e investigaciones, algunos periodistas han ido poco a poco tirando abajo las mismas. Han ido desmontando las teorías y conclusiones dañinas de las que mucha gente se ha hecho eco. Es habitual leer e incluso escuchar toda clase de incongruencias sobre la imagen de Kevin Carter. Y a menudo, de tanto repetir una mentira parece que esta se convierta en verdad. Pero no, una mentira siempre será una mentira. Y ya va siendo hora de desmontar estas teorías falsas que la gente sigue manteniendo sobre la fotografía.
En definitiva...
La criatura no murió. Una de las cuestiones que se ha descubierto recientemente es que la niña no era una niña, sino un niño.Este dato no tendría mayor relevancia si no fuera acompañado del hecho de que Kong Nyong (que era el nombre del niño de la fotografía) falleció hace apenas cuatro años debido a "unas fiebres", tal y como han comentado familiares del niño. Alguno se preguntará por qué se salvó, si fue debido a que Carter ahuyentó al buitre, si se llevó a la criatura a un lugar "seguro" o, simplemente, ésta tuvo la suerte de la que muchos otros en su misma situación carecen.
El niño, no estaba en peligro. Así es. No se encontraba en peligro, simplemente defecaba. Este hecho es algo que ya descubrió Luis Davilla hace algunos meses. Y es que el niño se encontraba a pocos metros de distancia de un campamento de Medicus Mundi. Más concretamente en el lugar que los habitantes del campamento utilizaban para hacer sus necesidades. El buitre no se encontraba a la espera de que el niño falleciera. Los nuevos "investigadores" (Alberto Rojas y Luis Nuñez) han apoyado esta teoría debido a que han detectado que éste portaba una pulsera con el código T3, la cuál identificaba el orden de llegada al campamento e indicaba que sufría una severa malnutrición.
Carter no se suicidó a causa de los remordimientos que le provocaron las fuertes críticas. O al menos no únicamente por eso. Su adicción al white pipe, los síntomas de depresión que según dicen arrastraba desde hace tiempo y la muerte de su amigo fueron demasiadas presiones para el fotógrafo. Es más, según indica una amiga de éste, ya había tenido un intento de suicidio una década antes.
La misión de un fotoperiodista no es salvar al mundo de las injusticias. Aunque para algunos, según parece, los fotógrafos de prensa deberían operar a corazón abierto, ser ayudantes sociales, constructores de escuelas, porteadores de ayuda humanitaria y quién sabe si deberían ir vestidos con una especie de pijama azul con unos calzoncillos rojos por encima acompañados de su correspondiente capa a juego, los fotoperiodistas se dedican a eso: a sacar fotografías. Que no es poco. Fotografías que ayuden a documentar gráficamente la situación. Que muestren la realidad de otras situaciones diferentes a las nuestras. Que muestren la guerra, la alegría, el hambre, la opulencia, la miseria, la riqueza, la pobreza, la desidia o la diversión. Que muestren la realidad. Lo que sucede en ese debido instante. Pero hay algunos que no se enteran o, lo que es peor, no se quieren enterar.
En definitiva, que espero que poco a poco se vayan diluyendo las mentiras que giran alrededor de esta fotografía y de su autor. Es tan fácil manchar la imagen de alguien. Más aún si ese alguien no se puede defender. Tengamos todos un poco de criterio y no nos creamos todo lo que cualquiera escribe en internet u otros medios. Ni siquiera os creais este escrito, podría estar mintiendo. O no. Lo mejor será que lo comprobeis por vosotros mismos.
2011/02/11
BIBI AISHA...GANADORA DEL WORLD PRESS PHOTO 2010

La desgracia de Aisha comenzó el día en el que su tío cometía un crimen y asesinaba a un familiar de un talibán. Para saldar la deuda de “sangre” contraída, el talibán recibió a cambio a la todavía niña Aisha, que por aquel entonces apenas tenía 12 años, y a su hermana. Ambas fueron durante años utilizadas como esclavas, vejadas y encerradas; humillaciones que no terminaron ni cuando Aisha se casó con el radical afgano. Un día consiguió escaparse, pero pagó muy cara la libertad. El radical dió con ella y acatando la orden judicial “baad” le cortó las dos orejas y la nariz. Fue abandonada a su suerte para que muriera desangrada. No obstante, hace pocos meses el suegro de la joven confesó a las autoridades que el verdadero instigador de la violencia sobre Aisha y quien dió la orden de que la mataran por haber deshonrado a la familia fue su propio padre. Quién sabe. Parece que la vida decidió que ya había sido lo suficientemente cruel con Aisha y, al parecer, fué encontrada por unos colaboradores de una asociación humanitaria quienes consiguieron llevarla a salvo de la muerte. Finalmente, Bibi Aisha fué sometida en Estados Unidos a una operación de cirugía para intentar la reconstrucción de su nariz y sus dos orejas. Parece ser que la operación fué todo un éxito. Ahora tiene que empezar a reconstruir su corazón y su sonrisa. Será un camino más largo y dificultoso, probablemente, pero viendo su fortaleza seguro que lo conseguirá.
Este caso, por desgracia, es la punta del iceberg. Y aunque a su llegada a Estados Unidos Aisha declaraba que “no se si esto va a ayudar a otras mujeres o no, yo solo quiero recuperar mi nariz”, esta historia y, por supuesto, este Premio World Press Photo es una ayuda para las mujeres. Y no solamente para las mujeres que sufren malos tratos en el mundo (incluido Occidente), si no para todas las mujeres que luchan día a día por su libertad y por sus derechos. Este Premio debería ser para todas ellas…
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