BIBI AISHA...GANADORA DEL WORLD PRESS PHOTO 2010

La desgracia de Aisha comenzó el día en el que su tío cometía un crimen y asesinaba a un familiar de un talibán. Para saldar la deuda de “sangre” contraída, el talibán recibió a cambio a la todavía niña Aisha, que por aquel entonces apenas tenía 12 años, y a su hermana. Ambas fueron durante años utilizadas como esclavas, vejadas y encerradas; humillaciones que no terminaron ni cuando Aisha se casó con el radical afgano. Un día consiguió escaparse, pero pagó muy cara la libertad. El radical dió con ella y acatando la orden judicial “baad” le cortó las dos orejas y la nariz. Fue abandonada a su suerte para que muriera desangrada. No obstante, hace pocos meses el suegro de la joven confesó a las autoridades que el verdadero instigador de la violencia sobre Aisha y quien dió la orden de que la mataran por haber deshonrado a la familia fue su propio padre. Quién sabe. Parece que la vida decidió que ya había sido lo suficientemente cruel con Aisha y, al parecer, fué encontrada por unos colaboradores de una asociación humanitaria quienes consiguieron llevarla a salvo de la muerte. Finalmente, Bibi Aisha fué sometida en Estados Unidos a una operación de cirugía para intentar la reconstrucción de su nariz y sus dos orejas. Parece ser que la operación fué todo un éxito. Ahora tiene que empezar a reconstruir su corazón y su sonrisa. Será un camino más largo y dificultoso, probablemente, pero viendo su fortaleza seguro que lo conseguirá.
Este caso, por desgracia, es la punta del iceberg. Y aunque a su llegada a Estados Unidos Aisha declaraba que “no se si esto va a ayudar a otras mujeres o no, yo solo quiero recuperar mi nariz”, esta historia y, por supuesto, este Premio World Press Photo es una ayuda para las mujeres. Y no solamente para las mujeres que sufren malos tratos en el mundo (incluido Occidente), si no para todas las mujeres que luchan día a día por su libertad y por sus derechos. Este Premio debería ser para todas ellas…
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